En el marco de los decretos de emergencia y calamidad
pública anunciada por el Presidente de la República, Iván Duque para contener
la expansión del COVID-19, el vicepresidente del Senado, Honorio Henríquez,
señaló que no se han conocido propuestas para movilizar recursos desde
entidades territoriales para adecuación de Unidades de Cuidados Intensivos y
compra de respiradores; así mismo, apoyar con los costos que implica la
realización de pruebas diagnósticas, que permitan agilizar la identificación de
pacientes infectados a fin de reducir la curva de contagio en el país.
Cabe resaltar que, acorde a señalamientos de la Organización
Mundial de la Salud, las salas de cuidados intensivos para la atención de los
pacientes infectados, que presenten afecciones graves en su estado de salud,
son la piedra angular en la atención junto a la implementación de terapias
oportunas que combinen oxígeno, antibióticos, hidratación y alivio de la
fiebre/dolor.
El senador Henríquez, manifestó que aunque hace más de dos
semanas se conoció el primer caso positivo de este virus en el país, a la fecha
ningún alcalde ni gobernador ha comprometido con la ampliación del sistema de
atención, bien sea con la construcción o adecuación de más salas de cuidados
intensivos o la provisión de equipos para terapia respiratoria y monitoreo de
infecciones respiratorias agudas graves.
“Para el caso puntual del departamento del Magdalena, el
cual tiene una población de 1.263.000 de habitantes y proyectando un escenario
optimista en el cual solo el 50% de ellos se contagien, cerca de 630.000
personas contraerían el coronavirus. Ahora, si solo el 5% de éstos requirieran
asistencia hospitalaria, se necesitarían 31.500 camas para atenderlos y solo se
cuenta con 1.569, de las cuales 859 están en Santa Marta, es decir que unas
29.000 personas se podrían quedar sin la adecuada atención”, asegura el
vicepresidente del Senado.