Con la nueva estructura se fortalecen los mecanismos de
participación ciudadana ambiental, los procesos de evaluación y seguimiento de
licencias ambientales, los de gestión de tecnologías de la información y la
gestión del conocimiento y del cambio.
Mediante el Decreto 376 de la Presidencia de la República,
la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) ampliará su planta de 73
a 499 funcionarios, quienes ingresarán a la entidad por fases, iniciando este
año y finalizando en el 2022, con el propósito de seguir avanzando en el
fortalecimiento institucional y de contar con un talento humano calificado
técnico y especializado y permanente que le apueste al desarrollo sostenible y
a la conservación de la biodiversidad.
“Este es un logro importante para la entidad, gracias al
apoyo del Presidente de la República, del Ministro de Ambiente y Desarrollo
Sostenible y del director del DAFP, que se da luego de 8 años de haberse creado
la ANLA; este fortalecimiento es necesario teniendo en cuenta que la entidad
evalúa licencias ambientales a los cinco sectores más importantes de la
economía nacional (infraestructura, hidrocarburos, minería, energía y
agroquímicos) que aportan 20% al Producto Interno Bruto (PIB), evalúa permisos
y trámites ambientales para definir la viabilidad ambiental de los proyectos,
obras o actividades, otorga incentivos tributarios a proyectos que protegen y
conservan el medio ambiente y aprueba planes de compensación ambiental e
inversiones forzosas de no menos del 1%, entre otros”, explicó Rodrigo Suárez
Castaño, director de la ANLA.
Para avanzar en el cumplimiento de estas líneas
estratégicas, la nueva estructura quedará conformada por cinco subdirecciones:
la de Mecanismos de Participación Ciudadana Ambiental, la de Evaluación de
Licencias Ambientales, la de Seguimiento de Licencias Ambientales, la de
Instrumentos, Permisos y Trámites Ambientales y la Administrativa y Financiera.
“Los principales
cambios consisten en la creación de una subdirección orientada a temas de
participación ciudadana y los demás grupos de interés, y la separación de los
temas de evaluación y seguimiento de licencias ambientales, para consolidar una
Autoridad más cercana a los ciudadanos, con mayor presencia en los territorios,
eficaz y oportuna que continúe estando el 100% de los proyectos en evaluación
cumpliendo con los términos legales. Este conjunto de cambios aporta
principalmente a la implementación del Acuerdo de Escazú”, aseguró el director
de la ANLA.
De la Dirección General dependerán las oficinas de Control
Interno, Control Disciplinario Interno, la Oficina de Tecnologías de la
Información, la Oficina Asesora Jurídica y la Oficina Asesora de Planeación, de
las cuales las tres primeras son nuevas.
"Con estas mejoras en la estructura de la ANLA, se
busca fortalecer el proceso de licenciamiento ambiental, la evaluación de
permisos y otros instrumentos de control ambiental, hacer énfasis en el
carácter preventivo de la gestión ambiental y el seguimiento al cumplimiento de
las autorizaciones ambientales, optimizar los instrumentos técnicos y agilizar
los trámites, en especial, los relacionados con la obtención de beneficios
tributarios por inversiones ambientales" concluyó Suárez Castaño.