56 % de las
plantaciones del Departamento del Magdalena están afectadas por la Pudrición
del cogollo (PC). Acuerdos Empresariales marcarán la hoja de ruta frente a la
PC. En la última década, Colombia ha perdido más de USD$2.400 millones por la
Pudrición del cogollo, principal problema fitosanitario de la palma de aceite
en Colombia, señala Alexandre Cooman, Director General de Cenipalma.
Los cultivadores de palma de aceite del Magdalena decidieron
enfocar la lucha para salvar sus plantaciones en el Picudo (Rhynchophorus
palmarum), un insecto que asociado con la PC está afectando las plantaciones de
palma de aceite en ese departamento y que fue declarado enemigo número uno,
durante un encuentro que reunió a cerca de 300 palmicultores de esta zona del
país.
La decisión se tomó durante el Megaforo Fitosanitario
realizado recientemente en el Hotel Irotama de Santa Marta, organizado por los
núcleos palmaros y Cenipalma, en el cual por el estado actual de la región se
decidió poner a este insecto como el número uno en prioridad en la estrategia
integral que se viene ejecutando.
El Picudo de la palma está directamente relacionado con la
enfermedad considerada el problema fitosanitario número uno en la palmicultura
en Colombia: la Pudrición del cogollo, cuya incidencia en las plantaciones le
ha significado al país una pérdida económica superior a los 2.400 millones de
dólares en los últimos diez años, según lo reportó en el foro palmero el
Director General de Cenipalma, Alexandre Cooman.
La cifra enmarca la importancia de la problemática
fitosanitaria de la palma de aceite y, al tiempo, el esfuerzo del sector
palmicultor para seguir adelante, a pesar de los grandes costos que ha
representado esta situación.
Según el Coordinador Nacional de Manejo Fitosanitario de
Cenipalma, Julián Fernando Becerra-Encinales, en el Magdalena hoy no se puede
hablar de casos aislados de PC sino, por el contrario, de una explosión
epidémica que obliga a replantear las prioridades dentro de la estrategia de
manejo y que está directamente relacionada con el incremento del insecto.
En efecto, el trampeo del picudo ha mostrado incrementos
poblacionales preocupantes y para algunos sectores del Magdalena se han
alcanzado capturas hasta de 300 insectos por trampa cada 15 días, cifra similar
a la que en su momento se tuvo en Puerto Wilches, en Santander, la segunda zona
del país con mayor afectación por la enfermedad, después de Tumaco.
De ahí que se decidiera poner el control del Picudo como
primer punto en la estrategia de manejo de la problemática en el Magdalena, el
cual, siempre ha estado dentro del manejo integrado de la PC pero que hoy se
lleva el protagonismo en importancia.
Es así como el trampeo intensivo y la protección química de
las palmas afectadas por la PC y por el Picudo, ocuparán el primer lugar en
orden de prioridad dentro de los esfuerzos de los palmicultores y de los entes
gremiales y de investigación en el Magdalena, sin perder de vista que la
estrategia se constituye en el manejo integrado del problema y no con una única
solución como muchos esperarían.
Acuerdos empresariales
Con base en lo anterior, durante el Megaforo Fitosanitario
se consolidaron ocho Acuerdos Empresariales, previamente definidos con los
equipos técnicos y de gerentes de los núcleos palmeros del Magdalena para
superar la problemática ocasionada por la Pudrición del cogollo, dentro de los
cuales al control de R. palmarum como actividad principal se suman: el adecuado
uso y manejo del suelo, el adecuado uso del agua, el manejo nutricional
adecuado y oportuno, la adopción de mejores prácticas de cultivo, la puesta en
marcha de acciones fitosanitarias de tipo curativo, los parámetros óptimos para
decidir cuándo eliminar o no una palma afectada por PC y la renovación con
cultivares resistentes a la enfermedad cuando este sea el caso.
El panorama palmero en la zona norte hoy está así: 56 % de
las plantaciones reportadas del departamento del Magdalena, correspondientes a
Aracataca, Zona Bananera, El Retén, Pueblo Viejo y Fundación está afectadas por
Pudrición del cogollo, mientras que hay alerta por el incremento del Picudo en
Ciénaga, Aracataca, Pivijay, Zona Bananera, Retén y Fundación. A ello se suma
el hecho de que 30 % del área total de palma de aceite sembrada corresponde a
plantaciones de más de veinte años, lo cual dificulta el manejo fitosanitario
por la altura de las plantas.
Para el Presidente del Comité de Gerentes de la Zona Norte,
Jaime Vives Pinedo, esta situación enfrenta a los palmicultores de la zona a
tomar decisiones que se fundamentarán en todo caso en la productividad de cada
plantación, pues será diferente enfrentar la PC en una plantación que hoy
produce 15 toneladas por hectárea al año frente a las que hoy producen 30 ó más
toneladas por hectárea año.
Finalmente, el Director General de Cenipalma, Alexandre
Cooman, hizo un llamado al sector palmicultor para seguir esta hoja de ruta que
deberá propender por una mayor productividad, la cual va ligada al equilibrio
económico que demanda la lucha contra las diferentes problemáticas de la palma
de aceite incluyendo las fitosanitarias, al tiempo que pidió a las autoridades
gubernamentales como el Ministerio de Agricultura y el Instituto Colombiano
Agropecuario, ICA, apoyar aún más al sector palmicultor, tal como, en
buenahora, se está haciendo actualmente con la problemática bananera generada
por la aparición del hongo Fusarium oxisporum Raza 4 Tropical en Colombia.