El director de la entidad asegura que no cuentan con
hombres, armas, ni carros blindados suficientes.
En medio de un debate de control político que se adelantó en
la Comisión de Ordenamiento Territorial del Senado, se puso sobre la mesa el
preocupante panorama que hay en materia de seguridad para los candidatos que
están en la contienda para las elecciones del 27 de octubre.
Como ya van siete aspirantes asesinados, en distintas
colectividades hay preocupación por la violencia en algunas regiones del país y
por eso se citó a varios funcionarios del Gobierno para conocer las políticas
con las que se protegerán a estas personas en los 40 días que quedan de
campaña.
Sin embargo, el Gobierno prendió las alarmas ya que hay más
de 117 mil candidatos en todo el país, cifra que hace imposible la protección
para cada uno de ellos. Además, el director de la Unidad Nacional de
Protección, Pablo Elías González, indicó que los carros blindados en el país se
acabaron.
“Hay más de 4.000 vehículos rodando y en este momento
tenemos una emergencia, porque no hay vehículos blindados en el mercado para
suministrarnos las rentadoras, esa es la situación que estamos viviendo.
Estamos tratando de hacer la mejor distribución posible de la logística que
tenemos, de hombres y vehículos blindados”.
Paro además González hizo una denuncia sobre situaciones que
se están presentando en algunas regiones del país, “se nos han presentado
numerosos casos donde han sido interceptados y secuestrados los escoltas junto
con protegidos, han sido despojados de las armas, hurtados e incinerados los
vehículos y muchos de ellos han sido trasladados hacia Venezuela”.
Ante este preocupante panorama, el funcionario indicó que desde
el pasado fin de semana se han recibido más de 500 solicitudes de protección,
de las cuales, 308 son del partido Farc.
La ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, aseguró
que, la violencia política que se está viviendo no tiene color político y que
el Gobierno sí está trabajando para proteger a los aspirantes. Sin embargo,
dijo que el narcotráfico y las guerras de grupos armados tienen en jaque
algunas regiones.