La muerte del zar de la extorsión podría desencadenar una
guerra por el dominio absoluto de la vertiente nororiental.
Una vez se conoció la muerte en combate de Jesús María
Aguirre, alias "Chucho Mercancía" quien cayó en manos de la Policía
Antinarcóticos y la DEA, inmediatamente alias 80 asumió el trono de “Los
Pachencas”, considerada como la banda criminal más sanguinaria y poderosa de
Santa Marta y Magdalena.
El nuevo patrón de la Sierra Nevada es Deimer Patiño
Giraldo, alias “80” sobrino del ex jefe paramilitar del "Frente
Resistencia Tayrona", Hernán Giraldo Serna, quien según las autoridades
habría planeado junto con Chucho Mercancía expandir la estructura armada hacia
los corregimientos de San Javier, San Pedro y Palmor, donde se ha sembrado el
terror y pánico ante las nuevas intimidaciones de dicha organización.
Días antes de efectuarse el operativo, dos detectives de la
DEA y Antinarcóticos lograron filtrarse en el corazón de “Los Pachencas" y
conocer los pasos o rutas del narcotráfico perteneciente a esta peligrosa
organización. Incluso, observaron que el mismo
"Chucho Mercancía", conformó con 15
hombres una estructura armada en Palmor, San Javier y San Pedro de la Sierra
Nevada de Santa Marta, con el fin de tener el control territorial de Ciénaga y
Zona Bananera.
Esta sería la nueva estructura criminal. |
La presencia de la nueva organización criminal en las zonas
cafeteras del macizo intertropical, ha generado pánico y temor entre la
población civil que se ha visto obligada a obedecer las órdenes de los
herederos del abatido jefe criminal. "Acá todos vemos a esos hombres
armados camuflados de día y noche, pero los únicos que no lo ven son las
autoridades. Por temor obedecemos lo que nos dicen porque ellos son los que
mandan aquí y por eso nos hemos visto obligados a pagar vacunas", comentó
un empresario cafetero afectado por la extorsión.
El temor se apoderó de la Troncal del Caribe
La muerte de Jesús María Aguirre, alias "Chucho
Mercancía", provocó satisfacción entre las autoridades por el resultado
operacional, pero contrario es el panorama en las 56 veredas de la Troncal del
Caribe, donde la población civil se ha abstenido de salir de sus casas y abrir
los negocios por temor a una retaliación de “Los Pachencas”.
El temor y zozobra aumentó con la circulación de un panfleto
que advertía del plan de venganza que se iba a perpetrar por la muerte de Jesús
María Aguirre. "Nosotros conocemos bien el lugar y por eso no abrimos las
puertas por temor a morir en manos de esas personas. Preferimos esperar que
pase todo, pero mientras no saldré", comentó un dirigente comunal que
pidió reserva de su identidad por razones de seguridad.
Muchos creen que la muerte de “Chucho Mercancía” podría
empeorar las cosas y desatar una guerra por el dominio territorial de la Sierra
Nevada y los 80 kilómetros de puerto natural para exportar la droga.