En más de 1.200 millones de pesos están avaluados los
inmuebles, utilizados para almacenar y comercializar hidrocarburos de manera
ilegal
La Policía Nacional a través de la Policía Fiscal y Aduanera
en coordinación con la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN), la
Fiscalía General de la Nación, Seccional de extinción de dominio y apoyo
especial del Ejercito Nacional, en
desarrollo de la tercera fase del plan de El choque, “construyendo seguridad”,
por segunda vez en la historia en el área Metropolitana y gracias al trabajo
conjunto se logró asestar un duro golpe a las finanzas de las mafias criminales
dedicadas al almacenamiento, comercialización y distribución ilegal de
hidrocarburos.
En desarrollo a la Operación “Los Rebeldes” segunda fase
contra la banda delincuencial “Los Tucanes” que se dedicaban al transporte,
almacenamiento y comercialización de hidrocarburos de contrabando, en
cumplimiento a las actividades investigativas se logró identificar siete (07)
bienes inmuebles, ubicados dentro del
perímetro de esta zona costera de Santa Marta, utilizados para esta
actividad ilícita.
Acciones contra l Banda Delincuencial “Los Tucanes”
Captura de dieciséis (16) personas por los delitos de
Concierto Para Delinquir y Favorecimiento de Contrabando de Hidrocarburos.
Durante los 433 días que duró el proceso investigativo, se
pudo determinar que esta organización criminal logró comercializar cerca de
175.981 galones de combustible, es decir, tuvieron un ingreso cercano a los 900
millones de pesos (teniendo en cuenta que en esta zona del país 1 galón de
combustible tiene un valor aproximado de $5.078).
El combustible era traído desde el municipio de Maicao y el
corregimiento de Palomino en el Departamento de La Guajira para ser
transportado a través de vehículos tipo camionetas y automóviles; los cuales
eran acondicionados en su interior, modificando sus características originales:
sillas y tanques de abastecimiento; de igual forma utilizaban accesorios
externos como balas para almacenar gas natural.
El combustible era descargado de manera artesanal en
parqueaderos, bodegas, patios clandestinos, viviendas debidamente
acondicionados; en la ciudad de Santa Marta, Ciénaga, entre otras para la venta
en pequeñas cantidades a vehículos tanto de transporte público como privado; en
recipientes plásticos tipos pimpinas, con capacidad para 7 galones cada una y
en botellas de 1 litro.
