La ilusión de todo un pueblo puesta en un equipo. El Unión
Magdalena de la ciudad de Santa Marta completó este año 13 temporadas en
segunda división y después de muchas desilusiones, desazones y algunas
dificultades el equipo ‘bananero’ nuevamente hizo prender la chispa de todos
sus seguidores. Con una notable presentación en el torneo de ascenso, en el que
terminó en la segunda posición en el todos contra todos, y un cierre dorado en
el cuadrangular final en el que superó a Deportivo Pereira, Valledupar y
Deportes Quindío.
Precisamente a este último lo derrotó este lunes en el
Sierra Nevada de Santa Marta, estadio que este año se convirtió en un fortín
para el equipo que es dirigido por Harold Rivera. No fue el mejor encuentro para
el Unión, que sufrió, padeció. Jugó contra dos rivales el Deportes Quindío y
los nervios, esos que solo sienten los jugadores ante un escenario lleno y la
responsabilidad de responder a las expectativas de toda una ciudad.
El partido parecía se le acomodaba desde el primer minuto.
El lateral Leyser Chaverra del Quindío fue expulsado. Una entrada fuerte que el
central Wilmar Roldán no dudó en sancionar con la tarjera roja. Llanto y
frustración por parte del jugador del equipo cuyabro. Sin embargo, esa ventaja
numérica no fue bien aprovechada por los locales. Los nervios de la definición
jugaron en contra de los futbolistas, la presión fue grande, no pudieron
soltarse para ganar espacios y con ello aparecieron las imprecisiones.
En medio de las dudas aparecieron los hombres diferentes del
Unión: David Ferreira y Jhonier Viveros. Pase del primero al segundo, centro y
definición de Aníbal Mosquera para la locura total en el Sierra Nevada. Gritos,
saltos, abrazos. Por primera vez en muchos años Santa Marta olía de cerca el
fútbol de primera división. Ese tanto solo significaba el paso a la final, a la
espera de que el Cúcuta pueda definir a favor el grupo A, para así lograr la
clasificación a primera división.
Después del gol parecía que los nervios se quedaban de lado
y que iba a regresar ese equipo que deslumbró a lo largo de la temporada. No
obstante, no fue así. No aparecieron los espacios. Siguieron aproximándose a la
portería defendida por Pablo Betancur sin mucha claridad, con más ganas que
inteligencia. Así aparecieron las oportunidades en los pies de John Valencia,
Cristian Subero. Ambos remates de media distancia.
Quindío, a pesar de tener un hombre menos, supo
contrarrestar las intenciones del Unión, le quitó la posesión y cuando parecía
que el empate iba a llegar. En un tiro de esquina, los locales aumentaron el
marcador por un autogol de Jesús Figueroa. La suerte también le sonrió a los de
Santa Marta, que parecían sellar el resultado a su favor. Empero los visitantes
nunca bajaron los brazos y Figueroa se reivindicó descontando gracias a un
penal al minuto 92. El Unión ganó y se acerca a primera división. Jugará la
final del torneo de ascenso.
