Con el propósito de hacer cumplir el Decreto 383 del 17 de
diciembre de 2015, que conmina a los propietarios de lotes a hacer limpieza y
cerramiento de los mismos, la Alcaldía Distrital de Santa Marta, a través de la
Secretaría de Gobierno con apoyo de la Empresa de Servicios Públicos del
Distrito –Essmar E.S.P-, continúa implementando esta medida.
Hasta la fecha, 33 de 100 propietarios de lotes han sido
procesados para que le den cumplimiento a la limpieza y cerramiento de sus
propiedades, conforme a lo establecido por el Código Nacional de Policía y
varios han iniciado esas labores voluntariamente.
Teniendo en cuenta lo anterior, el Distrito procedió a
tramitar un oficio a la Gobernación del Magdalena con el asunto de: “Citación a
diligencia de audiencia pública por infracción contraria a la posesión y mera tenencia
de bienes inmuebles”, conforme al artículo 223 del Código Nacional de Policía y
Convivencia, para que como sucede con los particulares que deben responder por
el cuidado, mantenimiento y cerramiento de sus propiedades, también debe
responder el Estado, en este caso el ente territorial Departamento del
Magdalena, sobre sus inmuebles, lotes abandonados y sin el debido cerramiento
de los mismos, en este caso en específico, por el ubicado en la calle 22
conocido como el “Rumbódromo” donde iba a ser construido el parque Taykú.
Asimismo, fueron notificados otros dos casos ubicados en: la
carrera 30 # 30-33 entre la Troncal del Caribe y Cooedumag cuya extensión es de
12 hectáreas y cuatros lotes contiguos ubicados en la calle 25 con carrera
segunda en El Prado.
Ahora, conforme al proceso, lo que sigue es el cumplimiento
de la respectiva diligencia de los propietarios citados como presuntos
infractores, quienes tendrán que asumir la consecuencia sancionatoria y medidas
correctivas previstas en el Código Nacional de Policía.
Esta iniciativa del Distrito está enfocada en que todos los
propietarios de inmuebles (lotes) limpien y cierren adecuadamente sus
propiedades para evitar el abandono de los mismos y que sean convertidos en
basureros a cielo abierto, escombrera o sitios que se prestan para cometer
delitos por su notable deterioro, lo que afecta el entorno; así como también
por su vegetación, están propensos a incendios forestales y a eventuales nidos
de roedores e insectos.