La exhibición de esta obra se realizará los días 17 y 18 de
agosto en el XV Festival de Danzas Folclóricas colombianas y ritmos de tambora
Palma Africana en el Copey, Cesar.
El talento de 20 niños y niñas del barrio Santa Ana, en la
localidad dos del Distrito, deleitará por primera vez y como invitados
especiales a los asistentes al XV Festival de Danzas Folclóricas Colombianas y
Ritmos de Tambora Palma Africana en el Copey, Cesar gracias al apoyo entregado
por la Alcaldía Distrital a través del Fondo Distrital para la Cultura y las
Artes –Fodca-.
Esta obra de danza folclórica contemporánea, ganadora de la
beca de circulación nacional e internacional de la convocatoria 2018 del Fodca,
interpretada por niños y niñas de edades entre los 3 y los 14 años de edad, es
el resultado del laboratorio lúdico de investigación-creación que los
coreógrafos y bailarines samarios Maholys Sanjuan y Jaime Castro,
pertenecientes a la Fundación Caminos e Identidades Funcei, desarrollaron
durante cerca de dos años con los menores.
El trabajo en el que se mezclan diferentes elementos de la
cotidianidad como tazas, morteros, escobas, entre otros, es descrito por
Maholys Sanjuan, una de sus coreógrafas, como un proceso en el que se pasa de
una infancia sometida por la autoridad de sus padres al regocijo de la
liberación.
“Son ocho actos en los que los intérpretes de manera grupal
e individual expresan de manera conscientes sus movimientos. En esta obra se
representan las ondulaciones del río, la autoridad que tienen los adultos sobre
los niños y como en medio de esa autoridad los chicos también muestran esa
necesidad de regocijarse”, expresa está reconocida bailarina y una de las
coreógrafas de la obra.
Los niños y las niñas participantes no solo se limitan a
bailar cada una de las piezas musicales, sino que también aportaron a la
creación de cada uno de los movimientos, siendo este el factor diferencial de
este laboratorio.
“Yo aporto a la obra bailando. Hay un laboratorio de ideas
en el que cada uno expresa lo que uno siente. Es la primera vez que voy a salir
de la ciudad y espero que todas las personas noten el esfuerzo que tuvimos”,
comentó Erika, de 14 años, una de las niñas que hace parte del proyecto desde
sus inicios y que ha ido creciendo junto a la obra.